¿A quién no le han dado ganas de comerse un buen puño de arándanos a media tarde? Todas las revistas dicen que es un “snack saludable” … Pues sí y no.
Por qué no son muy buenos
Los frutos secos son, sencillamente, frutos que han sido deshidratados mediante un procedimiento de secado. La pérdida de agua hace que los azúcares que normalmente hay en una fruta fresca, estén mucho más concentrados en las frutas deshidratadas. Eso es lo que les otorga la textura pegajosa que todos conocemos y el sabor tan intenso.
Así, comparadas con las frutas frescas, las secas aportan más azúcar. Se necesita comer muchas uvas para consumir la misma cantidad de azúcar que aporta un puñito de pasas. Entonces, hay que tener cuidado con las cantidades. Unas cuantas pasas, o arándanos, ok. Toda la bolsita, ¡claro que no!
Y por qué no son tan malos
Es verdad que, de cualquier manera, es mucho mejor tomar un refrigerio de frutos secos que de papas fritas o de dulces. Los frutos secos tienen la ventaja de aportar fibras, así como polifenoles, unas sustancias químicas que protegen las células del cuerpo. En conclusión, lo mejor es comer un puño (pero no uno que desborde entre los dedos, ¿eh?), para mantener un peso saludable.
Tomado de: http://www.msn.com/es-co/salud/nutricion/mito-o-realidad-%C2%BFlos-frutos-secos-son-buenos-para-conservar-la-l%C3%ADnea/ar-BBrAtPg?OCID=mailsignoutes
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